Visita nuestras tierras andaluzas esta joven artista húngara, nacida en Budapest en el año 1989, para aprender nuestro idioma y aprehender el espíritu del occidente mediterráneo europeo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
skip to main |
skip to sidebar
“Un ambiente relajado y tranquilo en el Parque Natural de Cazorla; en el pueblo de Quesada.”
Dirección:
Propietario: Enrique González Bedoya.
Lugar: C/ Poeta Antonio Navarrete, 7 23480 Quesada, Spain.
Telf.: 689 776 861.
Horario: Viernes – Sábados, 21:00 hs. a 3:30 hs. Abierto: Navidad, Semana Santa, Agosto y visperas de festivos.
Lugar: C/ Poeta Antonio Navarrete, 7 23480 Quesada, Spain.
Telf.: 689 776 861.
Horario: Viernes – Sábados, 21:00 hs. a 3:30 hs. Abierto: Navidad, Semana Santa, Agosto y visperas de festivos.
“Para quien no lo sepa; él Bar 43 Herederos fue inaugurado en la navidad del 2007, con la intención de crear un lugar de encuentro alternativo, donde poder disfrutar de nuestro tiempo libre con alguna exposición de pintura, fotografía..., música, o una conversación tranquila con los amigos.”
“Un ambiente relajado y tranquilo en el Parque Natural de Cazorla; en el pueblo de Quesada.”
Archivo del blog
Enlaces
Inauguración
Hall
Salón-Pecera
Barra I
Barra II
Baños
Techos
Decoración I
Decoración II
Decoración III
QUIQUE
ALEJANDRA
ANNA HORVÁTH
ResponderEliminarVisita nuestras tierras andaluzas esta joven artista húngara, nacida en Budapest en el año 1989, para aprender nuestro idioma y aprehender el espíritu del occidente mediterráneo europeo.
Pero la pregunta surge de inmediato entre los paisanos, ¿Hungría?, un país lejano y ajeno a nuestra cultura latina, que entro hace pocos días en la Unión Europea.
Mi primer encuentro con este país centro europo fue en los años 90, en el que disfrute de los baños termales del Hotel Gellért, aquel de los “cuerpos danone”, del elegante y selecto Café Gerbaud, después de haber disfrutado del ambiente refinado del Restaurante Gundel, meca de artistas, políticos y algún que otro turista, con una excelente cocina húngara y agradable música zíngara.
En entrañable conversación, rememoro con Anna los orígenes de su cultura magiar, vinculada con el continente asiático, siendo sus antecedentes históricos aquellos pueblos fino-ugrios residentes en la región del Volga y el Kuma, que fueron desplazados hacia la Europa Central por las migraciones de pueblos nómadas, como los hunos, avaros, pechenegos, mongoles y otros. Para ya en el siglo IX dirigidos por el líder trivial Árpad fundar la patria húngara en la cuenca de los Cárpatos, como así lo atestiguan los escritos de los monjes Otón y Julianus.
Este hilo histórico nos lleva a una inmersión en su encantadora cultura pagana de la “Escuela de Occidente” del siglo X, y a su excelente periodo artístico romántico, para pasar al siglo XX con la colonia de artistas fauvistas de Nagybánya (Transilvania), con la triada del grupo artístico de los “Neos” (abreviatura irónica de neoimpresionismo) representada por Czóbel, Benén y Csaba. Sin pasar por alto el vigoroso realismo y las pinturas de salón de Munkácsy y Páal, que abrirán las puertas al impresionismo húngaro.
Pero las obras expuestas por la joven artista en el Espacio-Bar 43h nos devuelven a la realidad más cercana, a los “bauhausler” de Pécs, con la eminente figura de Marcel Breuer y su “sillón de tubo” cromado (silla Wassily) junto con el arquitecto Farkas Molnár y su “casa cubo colorada”, al presentarme su excelente proyecto de diseño de un módulo de mobiliario polivalente, basado en el cubo mágico de Ernö Rubik, escultor y profesor de arquitectura de la Universidad de Budapest. A partir del que recordamos aquel movimiento histórico alemán de la Bauhaus berlinesa, fundada por Gropius, en 1919 y desaparecida con el ascenso al poder del nazismo en 1933.
Ella seguirá el próximo año estudiando en la Universidad de Artes Aplicadas, Arquitectura y Diseño Lásló Noholy-Nagy de Budapest, nombre del máximo exponente artístico húngaro del siglo XX, que sobresalió en sus facetas de pintor, escultor, diseñador y profesor en la Bauhaus de Berlín.
Tras reflexionar sobre los retratos expuestos, de una técnica depurada y sus excelentes paisajes urbanos de una delicada calidad cromática, que nos muestra en esta su primera exposición individual, recordamos visualizando en su portátil su incipiente trabajo fotográfico, a su paisano Robert Capa, posiblemente el más famoso corresponsal gráfico de las guerras del siglo XX, recordando aquella famosa “Muerte de un miliciano” captada en Cerro Muriano (Córdoba), en julio de 1936.
Resumiendo, una breve aunque intensa exposición de una joven creadora en formación, con grandes expectativas artísticas y una vida por andar.
Miguel A. Rodríguez Tirado.
Quesada, 25 de agosto de 2010.